
En miSSíntimo Lencería llevamos más de veinticinco años asesorando a mujeres sobre qué ropa íntima les queda mejor. Se trata de una profesión que nos enamoró desde el primer día, y con la que tenemos la satisfacción de saber que ayudamos a nuestras clientas a sentirse más cómodas, atractivas y seguras de sí mismas.
Un cuarto de siglo (que se dice pronto) en este sector nos ha permitido trabajar con muchas marcas. Unas mejores y otras peores, como en cualquier ámbito. Nuestra búsqueda va constantemente en la línea de ofrecer la máxima calidad al mejor precio posible. Todo ello, por supuesto, añadiendo nuestro esfuerzo por asesorar de forma profesional, cercana y eficiente.
Como además nos gusta ser muy transparentes, hemos pensado que nuestro blog es también un buen espacio para presentarte mejor a las marcas con las que trabajamos. ¡Y eso vamos a empezar a hacer desde hoy! Queremos que conozcas más de cerca con qué empresas colaboramos, cuál es su historia y por qué han llegado a donde están hoy.
Anita, una marca con más de 130 años de historia
La marca que hemos elegido para comenzar este itinerario entre nuestros colaboradores es Anita. Y tenemos muchos motivos para ello. Por ejemplo, ¿cuántas empresas conoces que lleven más de 30 años en su negocio? ¿Y más de 50? Si te preguntamos por marcas con más de 80 o 100 años seguramente te cueste encontrar alguna. Pues bien, la empresa responsable de Anita lleva en el mercado… ¡135 años!
Como podrás imaginar, una organización solo logra sostenerse a sí misma durante tantísimo tiempo haciendo las cosas muy, muy bien. Y es que los cimientos de lo que hoy es Anita se remontan al año 1886, cuando fue fundada en Dresde (Alemania).
Por aquella época, claro está, la lencería tenía poco que ver con lo que es hoy día. Quizás por eso comenzó fabricando tirantes y productos de suministro médico especial, aunque poco después pasó a confeccionar también ligueros, corsés, fajas y los primeros sujetadores.
Una empresa familiar de cuarta generación
Más de 130 años de historia dan para mucho, pero otro de los grandes aspectos que nos gustan de Anita es su carácter familiar. Que una compañía sea capaz de sobrevivir todo este tiempo y seguir en manos de los descendientes de sus fundadores nos parece casi mágico. ¡Pero así es! Hoy en día la empresa la dirige la cuarta generación de la familia.
En todo este tiempo Anita no ha parado de crecer, contando actualmente con casi dos mil trabajadores y veinte sociedades propias. Desde finales de los años noventa, además, la marca comenzó un proceso de internacionalización que le lleva a estar en países como Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Tailandia y España, entre otros.
“Ajuste excepcional, comodidad óptima y calidad excelente”
Si algo destaca en Anita es la absoluta profesionalidad con la que tratan cada prenda. Esto lleva a la marca a ofrecer piezas de una calidad altísima, cumpliendo a rajatabla el lema que les caracteriza: “Ajuste excepcional, comodidad óptima y calidad excelente”.
Se trata de algo que se aprecia en toda su ropa de lencería y baño y en las distintas líneas que abarcan, ya que como señala el actual director de Anita, Georg Weber-Unger, “nuestro objetivo durante el desarrollo del producto es y ha sido siempre que ese desarrollo esté orientado a los requisitos femeninos y a las características de cada figura”. Quizás por eso la marca se esfuerza por ofrecer soluciones que se adaptan a las distintas situaciones de la vida de una mujer: el día a día, el deporte, la maternidad e incluso los casos tras una cirugía mamaria.
Productos para todo y para todas
Como puedes ver, Anita es una marca que no sólo ofrece calidad, sino también una gran confianza. Por eso es una de nuestras preferidas, y nos sentimos muy orgullosos de colaborar con ella. ¿Quieres ver las prendas de Anita que te ofrecemos en nuestra lencería? Puedes consultarlas todas desde aquí.
¿Te ha gustado esta pequeña introducción a Anita? Como decíamos al principio, desde este espacio queremos preséntate a los fabricantes con los que trabajamos, por lo que cada mes te hablaremos de uno nuevo. ¡Te esperamos en el próximo!